Preguntarse
qué es la belleza es como intentar averiguar por qué amamos la música, por qué
huelen tan bien las rosas o por qué es esa mujer “bella”… No existe una formula
ni una definición para la belleza, como tampoco existe un patrón al que las
cosas bellas se asemejan. ¿Podemos hablar de la belleza como una virtud? ¿Es el
hermoso mejor que el feo? ¿Podemos tocar la belleza? ¿Puede existir la belleza
interior sin existir la exterior? ¿Puede llegarse a alcanzar la belleza máxima?
¿La belleza está en todo o solo en las personas? ¿Qué tiene esa persona que
hace que salgan ríos de mi? Tantas
preguntas hacen que nos paremos a reflexionar si hay uno o varios tipos de
belleza o si la belleza es una materia más con sus conceptos y definiciones.
Cada persona tiene su propio ideal de belleza pero el verdadero enigma es: ¿Qué
tienen las cosas hermosas para qué nosotros las veamos como bellas?
Mi
percepción se aleja de toda clasificación y pienso que la belleza es única
aunque cada persona la interpreta de manera diferente. Por ejemplo, ¿por qué
decimos qué esa puesta de sol es bella si tan solo es la misma estrella qué se
esconde día tras día? Cada persona ve esa puesta de sol de distinta manera y en
ciertos casos, conecta con su interior y remueve sus entrañas. Algunas personas
la ven una y otra vez como algo hermoso y divino y otras, como he dicho, la ven
como la misma aburrida puesta de sol que hubo el día anterior… No obstante,
vamos a centrarnos en aquellas personas que la ven como algo hermoso y dotado
de belleza.
Quizás
sea la misma estrella…, quizás ilumine de una manera similar…, pero ¿por qué
cada vez que la vemos nos maravilla? Es que acaso podemos aburrirnos de lo que
es bello? La respuesta, claramente, es No. Todo lo que es bello es capaz de
sobrevivir al paso del tiempo. Es capaz de seguir cautivándonos y enamorándonos
hasta el fin de los tiempos siempre y cuando funcione con un motor: Algo que
alimente esa hermosura y nos llegue a lo más hondo de nuestra alma. ¿Y qué
penetra las paredes de nuestro corazón mejor que el Amor? Es el Amor el guía de
toda belleza. El Amor que esconde ese objeto es lo que hace que nos parezca
hermoso. Por lo tanto, si no sabemos apreciar esa belleza es porque ese tipo de
Amor no concuerda con nosotros. La belleza es siempre la misma, es el Amor el
que cambia dependiendo de quién o qué lo mande y a quién o qué vaya dirigido.
El Amor es una energía más que circula por los cuerpos materiales e
inmateriales y con el poder asombroso de dejar un poso en nosotros.
De
esta manera, no existen patrones ni formulas para definir la belleza, tan solo se
presenta como canal de expresión del Amor para conectar con otros seres. Este
fue el canal que inspiró a Chopin, Bach, Beethoven o Mozart cuando compusieron
sus piezas musicales y Goya, Velazquez o Picasso cuando pintaron sus cuadros…
Cada uno puso su Amor en cada nota o arpegio y en cada pincelada o trazo… por
eso decimos que su música o pintura son hermosas; Porque, inconscientemente,
hemos sabido descifrar su Amor y por lo tanto, alinearnos con su concepto de
belleza. Este ejemplo, no obstante, incluye solamente a los artistas, pero ¿Puede
un contable hacer algo hermoso? La respuesta es Si: Hasta un contable puede
hacer un trabajo hermoso siempre y cuando lo haga desde el Amor. El Amor es la
llave que abre las puertas de la Belleza. Por eso mismo, mientras perdure el
Amor, significará que se mantiene viva la belleza. Un músico nunca será capaz
de interpretar una pieza hermosa sin haber previamente entendido el propósito del
compositor y descifrado la palabra de Amor escondida en su Interior. ¿Cómo
sería capaz de hablar en boca del compositor si lo que transmite es un conjunto
de notas tocadas perfectamente pero carecientes de un mensaje hermoso?
Retrocediendo,
repito que la belleza no sufre el poder de la clasificación ya que lo que es
hermoso, es porque algo o alguien puso Amor en ello. Esta teoría también afirma
que la belleza se halla solamente en el Interior ya que es donde el Amor es consistente
y pasional. El Amor no viaja a través de la materia y el mundo terrenal, y si
lo hiciera, no podríamos llamarlo Amor. Lo llamaríamos Fantasía.
¿Qué
se le podría decir a aquella persona obsesionada con la belleza?
Esas personas,
obsesionadas con la idea de copiar la imagen de una o un semejante deberían
preocuparse en amarse tal y como son y amar lo contradictorio de ellos. Esta
circulación de Amor Incondicional es lo que causa que cada uno sea feliz con lo
que tiene y ha sido dado por el Universo y lo que acaba con un ideal de
Perfección Inalcanzable e Innecesario. El maquillaje, las dietas, la cirugía
estética o el deporte están tan solo camuflando con una imagen distorsionada de
lo que de verdad somos, cuando cada uno tiene su belleza inherente e imposible
de sustituir.
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